viernes, 5 de agosto de 2005

FIN DE SEMANA EN SANTANDER

El casco histórico de Santander, reúne un conjunto de nobles edificios que se alzan en medio de un increíble entorno natural de mar y montañas. Su tradición marinera y comercial se une a una vocación turística centenaria, que tiene en la célebre playa del Sardinero, en el paseo Marítimo y en la península de La Magdalena sus mayores atractivos.
El Paseo de Pereda, con sus típicas casas de miradores, y sus jardines constituyen un exuberante bulevar que separa la franja costera del casco antiguo santanderino.
La Catedral es uno de los edificios más antiguos de la capital, siendo su primitiva construcción del siglo XIII. En su interior sobresale la tumba de Marcelino Menéndez Pelayo, obra del escultor Victorio Macho. Bajo el templo principal se conserva la cripta de El Cristo, sobrio recinto abovedado en el que se descubrieron diversos hallazgos de la época romana.
Frente a la catedral se levanta la Plaza Porticada, de estilo neoherreriano y rodeada de varios edificios públicos. Nos encontramos en plena encrucijada de animadas rúas (calles) comerciales como el Arrabal o el Cubo. Una de estas calles conduce a la plaza del Generalísimo, sede del Ayuntamiento, colindante con el popular mercado de la Esperanza, de estilo modernista.
La visita ha de continuar por el Museo de Bellas Artes y la Casa-Museo de Menéndez Pelayo, edificio declarado Conjunto Histórico-Artístico. De vuelta a los jardines de Pereda, aparecen el Banco de Santander y el Palacete del Embarcadero. En ella se localizan el puerto pesquero y el Puerto Chico, así como diversas dependencias marítimas: la lonja, el muelle, la Comandancia de Marina, etc. A la imagen de mansiones y edificios burgueses que miran a la bahía se une la de otros edificios de carácter cultural.
Entre ellos destaca el Palacio de Festivales, construido por Francisco Javier Sáenz de Oiza y actual sede del prestigioso Festival Internacional de Santander. El Museo de Prehistoria y Arqueología, que recoge diversos hallazgos prehistóricos, de entre los que destacan su colección del Paleolítico, una de las más valiosas de Europa. Por último, el Museo Marítimo del Cantábrico, uno de los más completos de España dedicados al mar, descubre varios aspectos relacionados con el Cantábrico: biología marina, historia marítima, etnografía pesquera, etc. Santander muestra a partir de este punto las hermosas playas de los Peligros, la de la Magdalena y la de Biquinis, de tranquilas aguas y protegidas del viento por la bahía. En la Santander más turística se halla El Sardinero. Frente a esta célebre playa se puede disfrutar de uno de los paseos marítimos más bellos de España, con suntuosos edificios, como el Gran Casino, que evoca la arquitectura de la Belle Époque. La Plaza de Italia, con sus elegantes y animadas terrazas veraniegas, y los Jardines de Piquío, que se asientan sobre un entrante rocoso que marca la separación de las dos playas de El Sardinero, completan el entorno.
Entre el casco histórico y El Sardinero, se extiende la península en la que se asientan el parque de la Magdalena y el palacio real, inaugurado en 1913 como residencia estival del rey Alfonso XIII. La residencia, de estilo inglés, cuenta con hermosas caballerizas y se encuentra rodeada de extensos jardines y zonas arboladas. Esta privilegiada zona de esparcimiento se convierte durante los meses de verano en el centro neurálgico de los renombrados cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, foro que reúne tanto a estudiantes como a las más destacadas personalidades de los más diversos campos del conocimiento.

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