Junto a los Palacios, se sitúa la Catedral de Saint Just et Saint Pasteur, iniciada en 1272 a iniciativa del papa Clemente IV, pero que nunca fue terminada, el museo arqueológico, que alberga antiquísimas reliquias descubiertas durante la realización de obras y cuenta con una colección de frescos procedentes de la villa galo–romana de Le Clos de la Lombarde, así como el mojón más antiguo de las Galias, y cerca encontramos el Horreum subterráneo, un antiguo almacén romano donde conservaban los cereales.
El conjunto monumental de mayor belleza lo encontramos en el Palacio de los Arzobispos, compuesto por el Palacio Viejo del siglo VII, y el Palacio Nuevo del siglo XIV, que cuenta con un magnífico patio interior enmarcado entre la Catedral y el Ayuntamiento.
Después continuamos con nuestro viaje hasta la salida 25 Nîmes-Ouest hacia Alés/Nîmes y luego nos incorporamos a la A54 hasta llegar al centro de Nîmes.
Nîmes estaba de fiesta mayor; celebraba la famosa Feria de Pentecostés, una fiesta muy popular y divertida en la que destacan los toros, las charangas, la comida y el buen rollo de todo aquel que se acerca a esta ciudad famosa por la multitud de restos de la época romana que se conservan en buen estado, destacando entre ellos el anfiteatro (las Arenas de Nîmes), donde se celebran los espectáculos taurinos, y la Maison Carrée, antiguo templo romano y sede actualmente de un museo de escultura romana. Ambas construcciones datan del siglo I y se encuentran en el centro del casco antiguo.
La calle Madaleine es la arteria comercial, junto con las calles du Chapitre, l'Aspic y Bernises, la Plaza del Mercado y las Plazas de l'Horloge y aux Herbes.
Al día siguiente abandonamo Nîmes y nos dirigimos a Avignon. Volvimos a coger la autopista A9 en dirección Orange/Lyon, hasta la salida 23 Remoulins hacia Avignon.
El Palacio Papal, es la más grande de las construcciones góticas de la Edad Media, de un tamaño tal que casi hace pequeña a la catedral. Comprende dos palacios: el Viejo, de Benedicto XII, y el Nuevo, de Clemente VI.
El palacio se comenzó en 1316 por Juan XXII y continuó por los papas posteriores a lo largo del siglo XIV hasta que se acabó en 1370. Lo decoraron lujosamente artistas de la época como Simone Martini y Matteo Giovanetti.
Por debajo de este destacado edificio gótico, quedan el Petit Palais en el lado occidental de la plaza y la catedral románica de Notre-Dame-des-Doms al norte del Palacio de los Papas.
Las murallas de la ciudad, en buen estado de conservación, fueron construidas por los papas en el siglo XIV, aún rodean Aviñón y son uno de los mejores ejemplos supervivientes de fortificaciones medievales.
Otro punto de interés en Avignon es el puente sobre el río Ródano, del que sólo quedan cuatro de los veintidós arcos originales.
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