martes, 14 de junio de 2011

ESCAPADA A LA PROVENZA

Aprobechando este fin de semana de 3 días, hemos podido hacer una escapada más larga de lo habitual y hemos cruzado la frontera. El destino; la ciudad romana de Nîmes y la ciudad papal de Avignon.
Salimos desde Barcelona por la autopista A7 hasta la Jonquera y una vez cruzada la frontera enlazamos con la autopista A9 hasta la salida 38 Narbonne-Sud, para tomar el aperitivo en el mercado modernista y ver la Via Domitia, la primera calzada romana edificada en el año 118 a. C. por el procósul Gnaeus Domitius Ahernobarbus, de quien tomó el nombre.
Al salir del mercado, nos dirigimos a la Plaza Mayor, rodeada de edificios históricos junto a la
 fachada del Ayuntamiento, y en el centro la antigua Vía Domitia en el estado en que quedó a finales del siglo IV.
Junto a los Palacios, se sitúa la Catedral de Saint Just et Saint Pasteur, iniciada en 1272 a iniciativa del papa Clemente IV, pero que nunca fue terminada, el museo arqueológico, que alberga antiquísimas reliquias descubiertas durante la realización de obras y cuenta con una colección de frescos procedentes de la villa galo–romana de Le Clos de la Lombarde, así como el mojón más antiguo de las Galias, y cerca encontramos el Horreum subterráneo, un antiguo almacén romano donde conservaban los cereales.
El conjunto monumental de mayor belleza lo encontramos en el Palacio de los Arzobispos, compuesto por el Palacio Viejo del siglo VII, y el Palacio Nuevo del siglo XIV, que cuenta con un magnífico patio interior enmarcado entre la Catedral y el Ayuntamiento.
Después continuamos con nuestro viaje hasta la salida 25 Nîmes-Ouest hacia Alés/Nîmes y luego nos incorporamos a la A54 hasta llegar al centro de Nîmes.
Nîmes estaba de fiesta mayor; celebraba la famosa Feria de Pentecostés, una fiesta muy popular y divertida en la que destacan los toros, las charangas, la comida y el buen rollo de todo aquel que se acerca a esta ciudad famosa por la multitud de restos de la época romana que se conservan en buen estado, destacando entre ellos el anfiteatro (las Arenas de Nîmes), donde se celebran los espectáculos taurinos, y la Maison Carrée, antiguo templo romano y sede actualmente de un museo de escultura romana. Ambas construcciones datan del siglo I y se encuentran en el centro del casco antiguo.
En sus alrededores se hallan los Jardines de la Fontaine del siglo XVIII con la torre Magna del siglo I a. C. y el puente de Gard del siglo 19 a. C., uno de los más famosos acueductos romanos, construido por Agripa.
La calle Madaleine es la arteria comercial, junto con las calles du Chapitre, l'Aspic y Bernises, la Plaza del Mercado y las Plazas de l'Horloge y aux Herbes.
Al día siguiente abandonamo Nîmes y nos dirigimos a Avignon. Volvimos a coger la autopista A9 en dirección Orange/Lyon, hasta la salida 23 Remoulins hacia Avignon.








A 15 Km. antes de llegar a Avignon nos encontramos con un desvío a mano derecha que nos condujo al Châetau du Bosc de Domazan, un lugar insólito en el que además de poder degustar y comprar sus vinos y su aceite virgen de oliva, expone un Museo al aire libre de Esculturas, y el Museo de Motocicletas y Bicicletas que muestra las múltiples facetas de la evolución de las dos ruedas desde sus orígenes hasta nuestros días.
Avignon, además de ser famosa por la obra de Picasso, lo es también por su rico patrimonio protegido, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El Palacio Papal, es la más grande de las construcciones góticas de la Edad Media, de un tamaño tal que casi hace pequeña a la catedral. Comprende dos palacios: el Viejo, de Benedicto XII, y el Nuevo, de Clemente VI.
El palacio se comenzó en 1316 por Juan XXII y continuó por los papas posteriores a lo largo del siglo XIV hasta que se acabó en 1370. Lo decoraron lujosamente artistas de la época como Simone Martini y Matteo Giovanetti.
Después de regresar a Roma la corte papal, fue utilizado como barracas y actualmente es un rico museo.
Por debajo de este destacado edificio gótico, quedan el Petit Palais en el lado occidental de la plaza y la catedral románica de Notre-Dame-des-Doms al norte del Palacio de los Papas.
Las murallas de la ciudad, en buen estado de conservación, fueron construidas por los papas en el siglo XIV, aún rodean Aviñón y son uno de los mejores ejemplos supervivientes de fortificaciones medievales.
Otro punto de interés en Avignon es el puente sobre el río Ródano, del que sólo quedan cuatro de los veintidós arcos originales.
Entre las iglesias de la ciudad destacan San Pedro, con una graciosa fachada y puertas ricamente talladas, San Didier y San Agricol, construidas las tres en estilo gótico.
Dentro de la arquitectura civil destaca el Ayuntamiento, un edificio con un campanario del siglo XIV, y el antiguo Hôtel des Monnaies, situado frente a la entrada principal del palacio de los Papas, que fue edificado en 1619 y utilizado como conservatorio nacional de música hasta el 2007.





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