martes, 22 de agosto de 2006

EL RECINTO AMURALLADO DE CARMONA

La abundante y extraordinaria arquitectura religiosa, civil y militar hacen de Carmona una ciudad monumental.
Se ubicó aquí uno de los "templos" más grandes de la Hispania romana, de la cual quedan fragmentos de los capiteles de mármol y tambores de los fustes, aparecidos en un lugar próximo a la plaza de San Fernando. El "recinto amurallado" también es de origen romano y testimonio elocuente de la importancia de la ciudad; de este recinto, la "Puerta de Sevilla" fue reformada por los árabes en su parte externa, y la "Puerta de Córdoba" fue transformada en época moderna. El monumento romano más notable, único en su género, es la "Necrópolis", descubierta casualmente en 1.868.
El conjunto funerario está compuesto por varios centenares de cámaras sepulcrales, excavadas en la roca de los Alcores, en las que se practica casi exclusivamente el rito de la incineración; son muy abundantes las hornacinas para cenizas, excavadas en los muros de la cámara.
En algunas tumbas todavía se conservan restos de la decoración mural pintada sobre el estuco que recubría las paredes. Esta Necrópolis fue usada en los siglos I a.C. al IV d.C.
En la arquitectura civil, hay que citar, en primer lugar, el conjunto de la "Plaza de San Fernando", cuyos edificios más antiguos son del siglo XVI, destacando una casa de estilo mudéjar decorada con azulejos. Junto a ella, el antiguo "Ayuntamiento". En toda la población destacan "casas de estilo mudéjar" de los siglos XV y XVII, y "renacentistas" del siglo XVI.Más abundantes son las "viviendas barrocas" del XVII y XVIII. Son de estilo Neoclásico la antigua "capilla del Cabildo", de 1.790, y la "Plaza de Abastos", de 1.842.
Es impresindible hacer una visita al Parador de Turismo. La vega del río Corbones se convierte en excepcional panorámica de esta fortaleza del siglo XIV, a la que diferentes civilizaciones han aportado lo mejor de su cultura artística.
Y si decides alojarte en alguna de sus habitaciones, disfrutaras del gusto exquisito por la decoración clásica que, junto a la azulejería sevillana, realza el valor de este alcázar. Sobresale el Salón Bermejo, con sus tapices y numerosas antigüedades. El refectorio, habilitado como comedor y reconocido como uno de los más bellos de Paradores presenta suculentos platos de temporada y de la tierra, entre los que destacan los platos en base a perdiz y espinacas especiadas de Carmona.


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