martes, 15 de agosto de 2006

UNA SEMANA EN TUNEZ

Tunez ha tenido un desarrollo muy significativo en las últimas temporadas, ya que ofrece al visitante una gran variedad de opciones vacacionales. Desde la sequedad del sur en el desierto del Sahara, a las playas turquesas de Hammamet o Port el Kantoui y el frescor de las inmaculadas casas de Sidi Bou Said, al norte, sin olvidarnos de la preciosa Isla de Djerba. Todo ello en una atmósfera perfumada de jazmines y de té con hierbabuena. Gracias a sus largas costas, sus altitudes débiles y su posición mediterránea, Tunez goza de un clima más que agradable. Las ciudades de mayor interés son:
-TUNEZ:
En Tunez hay que perderse por la medina y descubrir la gran mezquita Zituna, construida en el siglo IX a partir de las columnas de la antigua Cartago de época romana, el zoco el-Attarine, el mercado de perfumes y el mausoleo de Tourbet el-Bey que conserva los restos de numerosos de numerosos beys, princesas y ministros, el museo de Dar Ben Abdallah (artes y tradiciones populares).
-TOZEUR:
Situada a las puertas del desierto del Sáhara, está construida en el centro de un inmenso palmeral (400.000 árboles en más de 1.000 hectáreas) que está irrigado por doscientas fuentes naturales. En el barrio antiguo de Uled El Hadef, paseará por callejuelas de ladrillos de color ocre hasta la madrasa Sidi Abdallah bu Jemra. Desde el mirador, la vista sobre el palmeral es soberbia. Esta pequeña ciudad de 30.000 habitantes se sitúa al suroeste del país. También merece una visita su mercado al aire libre que reúne vituallas y especias variadas, tejidos, aguas florales, henna, joyas y canastas de mimbre.
-TATAUIN:
Punto de partida para realizar el circuito de los ksur (pueblos fortificados). A 20 km al sur de la ciudad descubrimos varios fortines abandonados antes de llegar a Ksar Uled Soltan, que aún está parcialmente habitado. Si continuamos el itinerario descubrimos Ksar Uled Debab, que sirvió de refugio a los habitantes hasta el siglo XVIII. Un poco más lejos, en el centro de la antigua ciudad de Duirat, las casas troglodíticas se construyeron en las estribaciones de la montaña. En la cima se sitúa un ksar.
-KAIRUÁN:
Se sitúa en el centro del país. Ha guardado todo su peso como ciudad tradicional, y además alberga la mezquita tunecina más antigua. Esta mezquita, fundada a finales del siglo VII, es especialmente famosa por su sala de oración ornamentada con decenas de columnas de mármol. No te sorprendas si el material difiere de una columna a otra: proceden de antiguos emplazamientos romanos. Pasea también por el zoco. Si tomas la calle Sidi Abid Ghariani, harás un recorrido libre de cableado eléctrico y de otro tipo. La medina se manifiesta como en el pasado, a lo largo de pasajes abovedados que albergan porches, patios y siluetas misteriosas de mujeres con velo. Otra curiosidad: el pozo Baruta. Se integra en un edificio del siglo XVII y se cuenta que está vinculado mediante ríos subterráneos al pozo sagrado de La Meca. Un camello con los flancos decorados con pañuelos multicolores se encarga de empujar el agua accionando una noria.
-SIDI BOU SAID:
Plantada a los pies del yebel Manar (montaña del Faro) frente al Mare Nostrum es la población más visitada del país. Se encuentra a 17 km al norte de Túnez. Sus callejuelas inmaculadas, el azul límpido de sus puertas y ventanas, sus misteriosas celosías, sus techos redondeados y su dulce atmósfera mediterránea hacen de ella un lugar atemporal.
-HAMMAMET:
La medina o murallas, la kasba, situada en la entrada de la ciudad vieja. Escala a la cima de las murallas para disfrutar de la vista sobre el puerto. Tómate un descanso en uno de los cafés de la medina para beber un té con hierbabuena o fumar un narguile.
-MONASTIR:
Fundada en 796, es una ciudadela fortificada, cercada por distintos niveles de murallas. Si accedemos al nador, la torre vigía de los monjes, disfrutaremos de una vista soberbia sobre el Mediterráneo. Ve a ver también la mezquita Burguiba que da a un hermoso patio de mármol. Para finalizar, pasea al borde del mar a lo largo de la ruta de la falla.
-ISLA DEJERBA:
Hermoso puerto a la llegada de los pequeños barcos pesqueros. No dudes en pasear por las callejuelas de Humt-Suk para hacer compras y admirar los detalles de la arquitectura de las arcadas. Ve también a la sinagoga de la Ghriba,a 11 km al sur de Humt-Suk. Su interior, ricamente decorado con madera, mosaicos y vidrieras merece sin duda una visita.
-GASTRONOMÍA:
La cocina tunecina es rica y variada y se diferencia de sus vecinos magrebís. Así pues, el cuscús tunecino consiste en una combinación entre verduras (patatas, cebolla, tomate, zanahorias, calabaza, etc), la carne (sobre todo la de la oveja), los merguez o el pescado y la sémola. En cuanto a los platos elaborados con tajine se emplean los ingredientes más diversos entre ellos está la ternera, las patatas y el perejil.

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