viernes, 17 de julio de 1998

LA CIUDAD MEDIEVAL DE OLITE

Un recorrido por las estrechas calles medievales de Olite ofrece, además de un gran conjunto monumental, una serie de edificaciones entre las que destacan los nobles caserones de piedra de sillería que lucen escudos de armas y grandiosos aleros de madera.
Los monumentos que destacan en esta bonita villa son, la Iglesia de Santa María la Real, de estilo gótico, por su exuberante portada de gran riqueza iconográfica y el magnífico retablo mayor renacentista realizado por Pedro Aponte.
De obra gótica del siglo XV, se conserva el trabajo escultórico de la portada y el retablo renacentista. De la Iglesia de San Pedro Apóstol, llama la atención su claustro románico y la esbelta torre gótica, única en su género. Contiene interesantes obras escultóricas y un retablo mayor con pinturas de Vicente Berdusán.
Del Monasterio de San Francisco, cuenta la leyenda que fue fundado por el propio San Francisco cuando se detuvo en Olite camino de Compostela. Lo que hoy vemos es una enorme reedificación del siglo XVIII con restos góticos como la portada y algunos sepulcros. Se venera la llamada "Virgen del Cólera", patrona de la ciudad.
El Monasterio de Santa Engracia fue hasta finales del siglo XVIII una casa-hospital de la Orden de San Antón, creada como una de las dos grandes encomiendas de la Orden en España. Hoy es convento de clausura de una comunidad de Madres Clarisas. El Palacio de los Reyes de Navarra, tiene su origen en el "praesidium" romano, a partir del cual, y por iniciativa de Leonor de Castilla (esposa del rey Carlos III el Noble), se llegó a su actual aspecto gótico. El rey Carlos III y su mujer Leonor de Trastámara reformaron y ampliaron la residencia de sus antepasados hasta la incorporación y conquista de Navarra a Castilla en el año 1512. La obra es claramente ecléctica, acorde con el gusto cortesano de la Baja Edad Media. La influencia francesa se puede ver en los miradores, la proliferación de torres y chimeneas con tejados de plomo.
El Palacio-Castillo de los Teobaldos del siglo XV, fortaleza del recinto primitivo romano reutilizado por los monarcas navarros como palacio, es actualmente un Parador Nacional. En las galerías medievales subterráneas, construidas en el siglo XIV, anexas al palacio en el subsuelo de lo que hoy es la Plaza de Carlos III el Noble, se encuentran dos galerías paralelas construidas en piedra de sillería unidas por un muro común. La Torre del Chapitel, conocida también como la Torre del Reloj, situada sobre un portal de arco por el que se accede a la plaza de Carlos III el Noble, y el Ayuntamiento, edificado entre 1947-1950, según proyecto de Víctor Eusa, en el extremo occidental de la plaza de Carlos III.

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