EL CASCO ANTIGUO DE TORREDEMBARRA

El casco antiguo de Torredembarra tiene una gran riqueza arquitectónica y artística, que lo convierte en un buen rincón para hacer un recorrido cultural.

Los monumentos y edificios de mayor interés son; el Castillo de los Icart, situado cruzando el portal de Padrines, actual sede del Ayuntamiento de Torredembarra. Es el único edificio civil de nueva planta del Renacimiento catalán que se conserva en Cataluña. Lluís Icart, señor de la vila, lo empezó a construir en el año 1565 y lo acabó 15 años después.

El edificio se proyectó como una residencia-fortaleza que dominase la población. De planta cuadrada y con cuatro torres en los lados, se situó en el punto más alto del municipio, y siguiendo la tradición mediterránea alojó en el medio un patio porticado con unas arcadas. Las dependencias se ordenaron alrededor de este patio central. Entre la puerta principal y el patio hay un tramo rectangular que hace de pórtico, cubierto con una bóveda que se atribuye al maestro Pere Blai.

Rodeando la Plaza del Castell, merece una atención especial la zona que forman las calles Ample, Baix de Sant Pere, Eduard Benot y Carnisseria, donde se puede encontrar edificios interesantes, principalmente de los siglos XVIII y XIX. A pesar de no estar en esta ruta, debemos mencionar la calle Antoni Roig, exponente de expansión urbanística que se produjo en el municipio durante el siglo XVII gracias al incremento comercial y a los negocios de los indianos. En esta calle se puede encontrar edificios del siglo XVIII de estilo barroco y otros de los siglos XIX y XX de estilo modernista.

De la muralla que rodeaba el pueblo en el siglo XVII se conservan dos portales de entrada: el de Padrines (Carretera de la Riera- Plaza del Castillo) y el de la Bassa (calle Ample). También quedan restos de un contrafuerte en la calle de Mañé y Flaquer.

Entre las calles de Eduard Benot y de Joan Güell, nos encontramos con la actual iglesia de San Pere, unida con la antigua formando todo un cuerpo, se acabó de construir en 1680. Posteriormente, en el siglo XVIII el templo se dotó de buena parte de sus elementos arquitectónicos y ornamentales: el órgano barroco (en 1705), finalización de los campanarios, crucero y ábside.

Justo delante de la iglesia de San Pere Apóstol está la Torre de la Vila. Es el edificio más antiguo que queda en la población, probablemente del siglo XII o XIII de estilo mudéjar y se considera que podría formar parte del castillo viejo.

El Hospital-Residencia Pere Badia, data de final del siglo XVIII y es de estilo barroco. Tiene sus orígenes en la fundación para la asistencia de enfermos pobres de la vila y pertenece a la fundación que creó Pere Badia en 1783. Actualmente este edificio es la sede de diferentes servicios, mientras que las nuevas instalaciones situadas en un edificio anexo se han destinado como residencia de ancianos.

Cal Bofill, es un antiguo chalet situado al final del Paseo Marítimo, fue construido a principios del siglo XX por una de las primeras familias de veraneantes de Torredembarra. Actualmente se ubica la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento y se encarga de la gestión de la Playa de Els Muntanyans.

El edificio noble de Antonio Roig, de estilo modernista, fue inaugurado en el año 1892. La fundación se construyó a finales del siglo XIX, destinada a dar educación a los niños y proveer un fondo para dotar a las doncellas pobres del municipio, tradición que hoy en día aún se conserva. Actualmente, es la sede de servicios municipales de educación y bienestar social y de diversas entidades del municipio.

Cal Checo es un edificio declarado bien cultural de interés local. Está en muy buen estado de conservación y está construido sobre el antiguo Castillo de Clarà, de época medieval.

La escultura de Rafael Bartolozzi, titulada "Alfa i Omega", está construida sobre la base de hormigón que sostuviera la máquina que servía para arrastrar y anclar las barcas de pesca.

El Barrio Marítimo, conserva antiguas casas de pescadores. Está situado delante de la escultura de Rafael Bartolozzi.

El Mercado del Mar organiza cinco convocatorias al año en los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre con actividades como salida de barcas arrastradas por caballos, mercadillo de artesanía, talleres infantiles, degustaciones gastronómicas, sardanas, cantada de habaneras, subasta de pescado y exibición del llagut catalán.

Un lugar remarcable por su importancia ambiental es la Playa Els Muntanyans, ya que conserva en sus 2 km. las últimas dunas móviles y marismas después del Delta de l’Ebre.

-GASTRONOMÍA:

Uno de los platos más representativos de la cocina del Tarragonés, y más concretamente de Torredembarra, es el bull, nombre que se da a la tripa y las entrañas del atún, saladas y secas. Ha pasado a convertirse de una comida pobre a una exquisitez. El origen está en la necesidad de conservar el pescado cuando no había a disposición de los pescadores más producto para hacerlo que la sal; ellos salaban el atún y las tripas, el bull, que se vendía a precios muy bajos. Para cocinarlo ha de ponerse en remojo varios días, rasparlo para limpiarlo bien y después ponerlo a hervir hasta que se ablande. Después se guisa, troceado, con romesco y patatas. Algunos lo degustan con una cucharadita de alioli diluída en el caldo.

-DONDE COMER:

En el restaurante Cal Tià, situado en la Plaza De la Font nº 2. Tel. 977 130 000. Ofrecen una deliciosa cocina mediterránea y marinera como sus arroces, la fideà, y el suquet, que es un guiso de pescado. El precio medio de la carta es de 30€.