martes, 5 de agosto de 2008

UN DÍA EN BELÉN

Para ir desde Jerusalén a Belén (9 km) tomar un sherout (mini bus) en la Puerta de Damasco. El final de parada es la frontera de Jerusalén con Palestina. Es imprescindible llevar el pasaporte, si no, no se puede entrar.
Después de pasar unos rigurosos controles, se entra en Belén, donde esta la parada de taxis. Estos te hacen de taxi-guia por 20€ la hora. Es la única manera de poderlo visitar por libre, ya que en Belén apenas hay turismo, así que hay pocos hoteles y restaurantes.
Belén es uno de los pueblos más antiguos de Palestina, situado al sur de Jerusalén. Belén fue asentamiento de beduinos hace más de cinco mil años; la llamaban Éfrata. Su nombre en hebreo es "Bet leehem", que traducido al español es "casa del pan".
En Belén nació Nuestro Señor Jesucristo, descendiente del Rey David que también nació allí.
En el centro de Belén se encuentra la Iglesia de la Natividad, construida directamente sobre la cueva donde nació Jesucristo. La primera construcción se remonta al reinado de Constantino, 330 A.C. Es, por tanto, una de las estructuras Bizantinas más antiguas. Las grandes puertas de la catedral fueron clausuradas para evitar la fácil penetración y profanación del santuario por los no creyentes.
A la cueva del nacimiento se desciende desde el interior de la basílica por dos escaleras cortas. El piso de la cueva ha sido cubierto de mármol. El lugar del nacimiento está marcado por una estrella de plata que tiene un orificio para poder ver el piso de piedra original. En la estrella están inscritas las palabras: "Hic De Virgine Maria Iesus Christus Natus Est" (Aquí, de la Virgen María, nació Cristo Jesús).
Cincuenta y tres lámparas se mantienen aquí encendidas día y noche, y se celebra diariamente la Misa de Navidad, con los creyentes de rodillas sobre el piso. Cuando los magos de oriente llegaron a Jerusalén los pobladores supieron dar instrucciones: El Mesías debía nacer en Belén. Pero ellos mismos no fueron. Los magos sí fueron y encontraron al Niño Dios.
La “Gruta de la Leche” se encuentra a 200 metros aproximadamente del Santuario de la Natividad.
Según una tradición, en la huida a Egipto, la Santísima Virgen María sentada sobre una roca, dio de mamar al Verbo Encarnado.
A la entrada de la capilla, se encuentra una hermosa escultura de San José conduciendo un pequeño burro, quien lleva en su lomo a su esposa, la Virgen María y al Niño Dios, en brazos de su Madre. Ambos padres miran con ternura a quien es el Verbo Encarnado. La capilla tiene muchísimos cuadros, donde se ve a la Virgen María dándole el pecho a su Divino Hijo.
En la iglesia franciscana Santa Catalina (que se anexó a la Basílica de la Natividad en 1881) se celebra la misa del Gallo el 24 de diciembre todos los años. Esta iglesia acoge, en una de las cuevas subterráneas, el cenotafio de San Jerónimo, que vivió allí durante 30 años traduciendo la Biblia al latín (la "Vulgata"). El campo de los Pastores, uno de los santuarios más antiguos de Tierra Santa (con restos de la decoración del siglo IV), es un lugar de peregrinación que indica el lugar donde el ángel Gabriel se apareció y anunció a los pastores el nacimiento del Cristo Salvador.








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